¿Para qué otro partido político?
A partir del análisis de los problemas actuales en los partidos políticos, este documento invita a abrir la imaginación y a soñar colectivamente un Compartido abierto, plural y comprometido con el valor colectivo de los bienes públicos y el bien común.
Más que un diagnóstico, es una propuesta para otra política electoral, para crear un espacio que represente y cuide las múltiples voces, vidas e historias que hacen posible nuestro país. Aquí compartimos ideas y caminos para construir compartidamente ese partido que aún no existe, pero que sabemos que es posible.
Consolidar una opción de partido político como canal público de representación democrática, capaz de procesar demandas sociales amplias y desde las bases, mediante la redistribución del poder interno, la institucionalización de la deliberación y la pluralidad y la apertura hacia la sociedad y la militancia.
Romper con la simulación y disminuir la brecha entre discurso y realidad, fortaleciendo la transparencia programática, la rendición de cuentas interna y la deliberación pública real, garantizando que el partido responda a diagnósticos colectivos púbicos, desde las bases, y no a pactos entre élites.
El Compartido como un vehículo de representación social democrática, capaz de representar y servir a la ciudadanía mediante la redistribución del poder, profesionalizar a sus cuadros y ligar el desarrollo político con resultados de interés público, no con favores cupulares.
Garantizar un pluralismo auténtico que ofrezca a la ciudadanía alternativas claras y diferenciadas, construidas mediante deliberación colectiva y que incorporen las necesidades reales de la militancia y de la sociedad, con el fin de promover cambios estructurales efectivos en el sistema político
Impulsar una cultura organizativa basada en la transparencia, la corresponsabilidad y el debate abierto, sustituyendo la lógica de lealtad vertical por decisiones colectivas que prioricen el interés público y prevengan el uso del poder como herramienta de control interno.
Existen mecanismos ciudadanos efectivos de seguimiento y rendición de cuentas que aseguran el cumplimiento de las propuestas de campaña.
Impulsar un debate público fundamentado en la ética y la responsabilidad de quienes ejercen cargos públicos, para construir acuerdos legítimos y soluciones efectivas al servicio del bien común.
Fomentar un entorno político y económico justo y transparente, donde el acceso al desarrollo sea equitativo y libre de extorsiones, amenazas o prácticas que distorsionen la competencia, promoviendo oportunidades inclusivas para todos los sectores sociales
Garantizar un entorno político interno donde la ley se aplique con imparcialidad, protegiendo la libertad de organización, la pluralidad ideológica y el derecho a conformar nuevas corrientes democráticas dentro de los partidos, sin temor a represalias.
Desarrollar en el Compartido modelos de gestión democráticos, transparentes y abiertos que faciliten carreras políticas claras, accesibles y seguras para la militancia de base, priorizando el desarrollo personal y colectivo por encima de intereses de grupos cerrados.
Implementar esquemas de profesionalización para la formación política, orientados a desarrollar conocimientos, habilidades y valores éticos sólidos, que preparen a los cuadros partidarios para el servicio público comprometido con el bienestar colectivo y el respeto a los bienes públicos
Las y los representantes electos por la ciudadanía priorizan el interés público por encima de intereses personales o de grupo, fortaleciendo la confianza en los mecanismos democráticos e institucionales para atender las demandas de la ciudadanía.
Garantizar sistemas de justicia interna autónomos, imparciales y transparentes que protejan el derecho a la disidencia y amplíen los espacios de deliberación política dentro de los partidos, fomentando la pluralidad y la rendición de cuentas.
Asegurar una gestión financiera de los recursos públicos abierta y descentralizada donde el uso de los recursos sea trazable, auditado públicamente y orientado al fortalecimiento colectivo, eliminando su uso como herramienta de control político o lealtad interna.
Construir capacidades institucionales en el Compartido para generar diagnósticos sólidos y diseñar propuestas de solución informadas, pertinentes y viables, evitando la improvisación y asegurando que sus agendas respondan de manera creíble a las demandas sociales más urgentes
La política electoral se posiciona como proceso transparente y sustantivo de confrontación de ideas y propuestas democráticas, atractiva para la participación ciudadana, donde el compromiso con el bien común inspira confianza y moviliza a la sociedad.
Se promueve una participación electoral donde el respaldo ciudadano se construye a partir de propuestas claras y legítimas, y el acceso a recursos se gestiona con transparencia y sensibilidad interseccional para garantizar igualdad de condiciones entre candidaturas.
El debate público recupera su potencial de cambio y se centra en construir y cuidar el bien común, superando la lógica de destrucción, para fomentar diálogos que atiendan las necesidades amplias de las personas y comunidades.
Se establecen estructuras de funcionamiento transparentes y responsables que fomentan la rendición de cuentas y protegen el liderazgo crítico y plural, fortaleciendo la democracia interna y la confianza ciudadana.
Debido a un debate político enriquecido y mecanismos efectivos de participación desde las bases, la ciudadanía recupera su interés y compromiso, incrementando su participación activa y confiando en que sus esfuerzos contribuyen a cambios reales y colectivos.
Se crea un clima de confianza y legalidad que incentiva a empresarios y actores privados a apoyar propuestas de innovación política de manera libre y transparente, sin temor a represalias ni acusaciones infundadas, contribuyendo así a la renovación democrática y al desarrollo social.
Los medios de comunicación ejercen su labor de manera libre e independiente, con autonomía para investigar y difundir información plural y crítica, fortaleciendo la transparencia y la rendición de cuentas en el sistema político.
Las nuevas generaciones de políticos cuentan con espacios de autonomía, desarrollo profesional y formación ética que les permiten liderar con responsabilidad, innovación y compromiso con el interés público.
Las instituciones gubernamentales están lideradas por personas altamente capacitadas, comprometidas con el bien público y orientadas a diseñar políticas públicas eficaces y orientadas al bienestar colectivo, superando intereses privados
Se consolida una organización compartidista basada en la apertura, el respeto a la diversidad y la protección de las disidencias democráticas.
Se garantiza un manejo transparente y justo de los recursos partidistas, eliminando su uso como herramienta de chantaje o lealtad, y promoviendo una competencia equitativa donde los cargos de elección popular se asignen con base en el trabajo público y transparente y procesos democráticos.
Las políticas públicas se fundamentan en análisis rigurosos, lo que permite abordar de manera integral y sostenible demandas ciudadanas amplias.